Bueno pues aquí voy a contar los dos enfados que tuve el día de mi boda, uno de ellos quedó registrado, el otro no ; )
Enfado I - o más bien, Ataque de Histeria
Serían como las 17: 00 horas de la tarde de mi boda, el peluquero acaba de acabar de peinarme, y yo iba con retraso en cuanto a vestirme, prepararme y de más, antes de la cita en la iglesia a las 18:00 h con mi chico y unas 200 personas más.
La Suit del hotel estaba abarrotada, entre damas de honor, amigas, padrino, fotógrafo, el cámara que iba a filmar la boda y de más.
Para ponerme el vestidos correctamente, en la tienda de novias me habían enfatizado que era muy importante que cortara las cintas que se usan para colgar el traje de la percha. Hay que tener en cuenta que si un vestido de salir normal tiene tan solo dos cintas para colgarlo, uno de novia tiene alrededor de unas 6 y estas son bastantes grande de modo que se pueda asegurar que el vestido se sujete bien a la percha.
En fin, yo había dejado estratégicamente las tijeras colocadas en mesita de salón anexo al dormitorio, al lado de otras cosas que sabía que me harían falta y muy bien colgaditas, en el momento de cortar las cintas, me hallaba vestida nada más que con el corsé las medias y la ropita interior, y ya que había chicos y chicas en la sala contigüa, pedí que me trajeran las tijeras para no salir yo, fueron varias personas a buscarlas pero nadie las encontró... "que no", "que no estaban", eso era lo que me repetían una y otra vez. Recuerdo sentir una tremenda impotencia de no poder salir de la habitación, de no poder salir del dormitorio y coger las tijeras yo misma, y los nervios que sentí al pensar que, que haría sin no podía cortarlas . De modo que estallé, me puse a gritar como una descosida "Que Salgan" "Que Salga todo el Mundo de la Suit" "Todos fuera" ....
Note como se hizo un tremendo silencio, eso si, sin que nadie se moviera, vamos que no me hicieron caso a lo de salir del cuarto jeje, todos estaban callados y sin saber bien que hacer o decir, la gente que tenía cerca me miraba con cara de "pobrecilla está histérica... es normal se casa..." je je je o algo así.
Finalmente el eterno silencio de unos 30 segundos fue roto por una lucecita que se encendió en la cabeza de la mujer del cámara, quien exclamó entusiasma "Yo siempre llevo unas tijeras en el bolso". Las fue a buscar y cortó las cintas : ) así todo volvió a la normalidad. Por cierto una vez vestida pude comprobar que las tijeras estaban justamente donde las había dejado ; )
Enfado II - Morros de niña chica
Aunque el segundo enfado se debió a algo más gordo que lo anterior, he de decir que mi reacción fue mucho más comedida, supongo que corta mucho más estar en plena boda rodeada de gente que te mira fijamente como corresponde al hecho de ser la protagonista de ese día.
Mi enfado se dio cuando recién llegamos a la celebración de la boda, debo decir primero que uno de mis fallos fue dejar que el cámara dirigiera parte del transcurso de la celebración, quien con vistas a tener en el vídeo todo lo que necesitaba lo antes posible y poder marchase pronto, dirigió el transcurso de parte de la celebración según le convenía a él (aunque esa es otra historia), Al llegar a la celebración el gravaba el vídeo de boda estaba esperándonos en la puerta, y nos dijo que fuéramos directamente a la mesa de la tarta en vez de abrir el baile... de modo que después del brindis de apertutra le dije a mí padre, era quien había contratado a los músicos que, no pusiesen la música todavía, a lo que él me miró respondió "es que todavía no sé si va a haber música...hemos tenido un problemilla ".... me quedé entre anodada y tremendamente enfadada, y al final lo segundo fue el que predominó, y lo que exterioricé juntando los morros, frunciendo el entrecejo e ignorando durante un ratito a mi padre ; ) quien andaba diciéndome no se que de las fotos.
Al fina, me no habría música, pero no quedó otra que asumirlo rápidamente y no dejar que eso estropeara uno de los días más felices de mi vida.
Ahora cada vez que le enseñamos el vídeo de la boda a nuestros amigos nos reímos en la parte que mi padre me dice algo al oído y yo cambio de cara radical, y les decimos "Ahí nos estábamos enterando que los de la música nos habían dejado colgados"... je je je